Administración de Activos y Pasivos.
La Administración de Activos y Pasivos (ALM, por su sigla en inglés) tomó importancia a raíz de la ley Sarbanes-Oxley, la cual a partir de 2002 regula las funciones financieras contables y de auditoria con el propósito de evitar fraudes, como el sonado caso de Enron.
Esta nueva regulación promovió el uso de varias nuevas clases de activos y pasivos, con lo cual la Administración de Activos y Pasivos comenzó a ser utilizada sobre bases de valor económico (valor razonable o de mercado) en lugar de sobre bases de valor contable.
Para que una solución de ALM sea útil, debe contar con un alto nivel de precisión en la modelación del comportamiento de cada producto (incluyendo volúmenes, vencimientos, tasas, sobretasas, incumplimiento, prepago, etc.) y ofrecer alta exactitud en el cálculo de flujos de efectivo, brechas de liquidez y reprecio, margen financiero y valor económico del capital.
Nuestra solución brinda resultados exactos y 100% confiables, permitiendo a las instituciones ser proactivas y tomar decisiones estratégicas respecto a la composición del balance general y a la cobertura de pasivos sensibles a las tasas de interés y tipos de cambio a fin de reducir los riesgos y aumentar la rentabilidad.